La obra será invisible… Pero el dinero si era real.

El artista italiano, Salvatore Garau, ha dado mucho de que hablar en los últimos días, pues ha presentado al mundo su «obra inmaterial»: Io Sono (Yo soy), una obra invisible que no se puede tocar… Pero si vender a buen precio.
Y por increíble que parezca, hubo alguien interesado en comprarla, siendo el «afortunado» coleccionista un hombre de Chile, quien pagó 18 mil dólares por ella (casi 400 mil pesos mexicanos).
La veracidad de una obra invisible…
Garau tiene una larga trayectoria en las artes plásticas, y al momento de la venta de su “escultura”, aseguró que no engañó a nadie con su obra invisible, ya que “está vendiendo un ‘vació” (OK).
İtalyan sanatçı Salvatore Garau fiziksel olarak var olmayan bir heykeli 15 bin euroya satmayı başardı. Garau’nun görünmez heykeli Io sono’nun (Benim) gerçekten var olduğuna dair tek kanıt satın alan kişiye verilen orijinallik sertifikası. pic.twitter.com/rsUpybl3UX
— ArtDog Istanbul (@artdogistanbul) May 29, 2021
El vacío no es más que un espacio lleno de energía, y aunque lo vaciemos y no quede nada tiene energía que se condensa y se transforma en partículas, es decir, en nosotros.
Junto con la flamante obra invisible, Salvarore entregó un certificado de “autenticidad ” que menciona lo siguiente:
En el momento en que decida exponer una escultura inmaterial en un espacio determinado, ese espacio concentrará cierta cantidad y densidad de pensamientos en un punto preciso, creando una escultura que desde el solo título adoptará las más variadas formas.
Estas palabras, que al parecer tienen alguna especie de sentido para gastar 18 mil dólares, expresan que para «poder mostrar» la obra, se debe colocar en un espacio libre de obstáculos de 150 cm X 150 cm donde la iluminación sea basta, entre otras especificaciones que le dio al comprador, y con esto los pensamientos se acumularían en un punto especifico… De nuevo, OK.